¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
Y comparto foto de parte de la gente ENTC en la presentación del libro de 2014 que tuvo lugar este fin de semana en Santander. Por enésima vez, gracias Sendero del Agua y gracias, Molino de Bonaco por hacer posible todo esto
Y ahí va mi participación.
Confesiones (o no)
Cosas que te dije: que deberías venir a por tus libros. Que me apunté a Pilates en el gimnasio de Ana. Que este año el recibo del IBI deberíamos pagarlo a medias. Que he dejado de fumar. Y las pastillas para dormir. Que, por fin, como querías, todas las bombillas de la casa son de bajo consumo. Que tu hermana me ha contado lo de Julia.
Cosas que no te dije: que rompí algunos libros. Pero los repuse. Que me acosté con mi monitor de Pilates. Solo una vez. Y que, aunque no estuvo mal, no he vuelto por allí. Que me da igual lo del IBI. Que he firmado los papeles. Que aún fumo y que, como ves, no he podido quitarme esa absurda manía de mentirte. Que sin las pastillas las noches son largas. Y oscuras. Porque no hago nada. Solo esperar la salida del sol para iluminar esta casa vacía (sabes que no soporto la luz fría de esas bombillas, tan económicas, tan antialérgicas, tan de quirófano). Que ya sabía lo de Julia, porque tu madre también me llama. Aunque yo solo quiero que me llames tú.
Para decirte mil cosas.
Para callarme otras mil.