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viernes, 18 de diciembre de 2015

De REC a REC....

Y tiro porque me toca
Esta semana me han vuelto a llamar. Andaba yo pachucha y con algo de fiebre, pero siempre es un placer ser finalista. Aquí os dejo el microrrelato

Alejamiento

Van a ir a comprarse un vestido nuevo y un helado.  Ayer fueron al parque. Mañana la llevará al cine.
 A seiscientos veintidós quilómetros de allí, él cocina lasaña. Ayer vio Pulp Fiction por enésima vez. Mañana irá al gimnasio.
O quizá no.
Quizá recorra esos seiscientos y pico quilómetros. Si sale temprano, llegará a tiempo para verlas entrar en la sala dos de los Multicines. Luego, las esperará escondido durante los 109 minutos que dura la película. A la salida podrá verlas mejor. Comprobará que la niña ya no es tan niña. Que ella ha adelgazado. Que lleva el pelo más corto. Que en sus ojos hay miedo. Aún. 

Y el audio (MINUTO 41):
http://play.cadenaser.com/audio/cadenaser_laventana_20151214_180000_190000/


martes, 8 de diciembre de 2015

El polaco, la frutera y Frank Sinatra

Acaba el año en ENTC. El tema es My way de Frank Sinatra. Y me he puesto romántica y me ha salido una microhistoria de amor y obsesión. Aprovecho para daros las gracias a los que venís por aquí aún, a pesar de lo poco que actualizo mi nube.


El polaco y la frutera.
Leo Brzeziński está enamorado de Luisa, la frutera. Y ella de Leo, desde que el año pasado él la llevó a cenar a un italiano de Malasaña. Ella aceptó porque le hacía gracia ese polaco callado que siempre caminaba con la vista fija en el suelo, dando saltos ridículos. Y porque él le dijo un día que odiaba los guisantes y ella también los odiaba.
En la cena, Leo le contó que sus abuelos habían muerto en un campo de concentración. Que sufría un trastorno compulsivo. Que estaba obsesionado con los números impares (esto se lo dijo tras besarla siete veces seguidas). Que no pisaba líneas continuas. Que nunca había tenido novia. Y que no conjugaba bien verbos irregulares. Pero esto era por lo de ser polaco, no por lo del TOC.
Después del quinto de los siete besos que le dio, ella supo que lo amaría para siempre. Te amaré a mi manera, le prometió él. Pero no pudo. Ha dejado de llamarla. Dice que por su culpa, su corazón late de forma desordenada, con latidos pares que le provocan una ansiedad infinita.
Lo que el muy idiota no sabe es que eso tampoco es por lo del TOC.

martes, 17 de noviembre de 2015

PASIÓN ADJETIVADA

Le debo tantas entradas a este blog que no sé por donde empezar.
Le debo una crónica en condiciones de lo que ha supuesto ganar la XV Edición de la Novela por Entregas de La Voz de Galicia. Y de lo que se siente al ver que tu primer libro sale a la luz.
Sobrevivindo y A celeste la compré en un rastrillo son dos sueños cumplidos reunidos ahora en mi mesilla de noche.

Pero hoy toca lo que toca. Ayer volví a salir en Relatos en Cadena y me clasifiqué para la final mensual. La apuesta era un micro transgresor, políticamente incorrecto. Salió así y os aseguro que fui incapaz de contar esta historia de una forma menos abrupta. Habrá quien diga que es obsceno. Personalmente opino que lo obsceno es ver morir a la gente  por las calles, ya sea en Siria, París o Beirut.
En fin, os dejo los enlaces al audio y al micro ganador.
Espero que os gusten. 
Y cuando pase esta vorágine de presentaciones haré dos entradas en condiciones: una para Celeste y otra para Sobrevivindo. Prometido.

Audio: Minuto 14:



Microrrelato: Semana 9






jueves, 27 de agosto de 2015

Dos meses


Dos meses sin escribir. No sé por qué se me hace tan extraño. A fin de cuentas pasé 39 años de mi vida sin hacerlo. Tras entregar a mi editor el manuscrito definitivo de "A Celeste la compré en un rastrillo" y tras haber ganado con mi primera novela el concurso de La Voz de Galicia, sentí que un ciclón me pasaba por encima. Por eso me he tomado un tiempo terapéutico para levantar la vista del portátil. Leer. Ver. Caminar. Observar. Descansar.
Pero Esta Noche te Cuento, es una cita obligada a la que me cuesta renunciar.
El tema de este mes: Bicicletas.


Espero que os guste:


DIAGNÓSTICO.

Con pulso firme tracé una gruesa línea con un rotulador azul para dividir el folio en dos mitades idénticas.
A la izquierda escribí las cosas que no quiero olvidar. El recuerdo de nuestro primer beso. El sabor de una fresa en primavera. El primer llanto de Ana. El aroma a lavanda de mi madre. Y mil cosas más. Esas que solo hago en fin de semana: andar en bicicleta (aunque esto dicen que nunca se olvida), hacer lasaña de verduras en la Thermomix, calcetar, arreglar las plantas del jardín.
A la derecha tenía intención de escribir  todas las cosas que no me importa olvidar. Y resulta que no quiero olvidar nada. Ni siquiera nuestras escasas discusiones. Ni la cara de tu hermana (debí decirte hace años que no la soporto). Tampoco quiero olvidar cómo me hice esta cicatriz que tengo en la rodilla.  Ni la angustia que sentí cuando operaron a Ana de apendicitis.
Nada.
No quiero olvidar nada.

Si acaso, ese terror que vi en tus ojos el día en que te dije que estaba condenada a olvidarlo todo.

jueves, 25 de junio de 2015

Un mes monstruoso

Tengo el blog abandonadillo lo sé, pero ando en mil proyectos y cada cual me absorbe más tiempo. A lo que no falto es a mi cita mensual de Esta Noche te Cuento, aunque ya voy fuera de Concurso, al haber sido seleccionada dos meses este año. El tema de este mes es Monstruos. Yo he decidido retroceder a nuestros monstruos de la infancia:



Ahí va el texto:

BARRIO SÉSAMO

Mi favorito era el conde Drácula. Ese que siempre estaba contando hasta diez. Yo me dibujaba unos colmillos y me metía contigo. Te pellizcaba el brazo y contaba: “Un pequeño pellizco”. “Dos pequeños y maravillosos pellizcos…” Y seguía contando, hasta hacerte llorar. Generalmente, antes de llegar a ocho. A ti te gustaba el monstruo Triki. Tanto, que un día te pintaste la cara de azul con una cera Milán y te llenaste la boca de galletas. De las redondas. Te recuerdo gritando GA-LLE-TAAAAAAAAAAAAAAAS, y me entran ganas de reír. Pero no puedo. Mamá no lo entendería. Ni tu mujer.
Está guapa. Incluso ahora. Qué cabrón. Sabías que me gustaba. Y aún así, no te cortaste. Fuiste a por ella. Y te la llevaste. No te preocupes. Eso no importa ahora. Ya no. Por cierto, Espinete era un erizo, pero nunca descubrimos qué era Don Pimpón. Siempre lo preguntabas ¿No lo ves? Solo pienso en chorradas. Me da la risa de nuevo. Tu mujer me mira, enfadada.
Enfadado estoy yo, hermanito. Porque no respondes. Porque ya no somos niños. Ni lo seremos más. Me acerco al féretro y pienso cuánto me gustaría darte un pellizco. Un pequeño y maravilloso pellizco.

domingo, 3 de mayo de 2015

Cañones...

En Esta Noche Te cuento, toca hacer un idem en el que salga cualquier clase de cañón. Me ha salido esta chiflada que llevo dentro.
Aquí tenéis mi participación enteciana de este mes



Enajenación mental transitoria

El médico dijo que necesitaría diez sesiones de electroshocks. Ya sé que todo vuelve. Hasta las hombreras. Pero si te encierran en una institución mental con un nombre tan aséptico como Centro de Reposo Higgs&Straub, una espera eso. Reposo. No diez sacudidas eléctricas.
Vale. Estaba rara. Lo de las lentejas, por ejemplo. En mi sano juicio, jamás las hubiera hecho sin chorizo. Y había más. Lo de cambiarme al detergente de marca blanca. Lo de hablar con el contestador. Lo de apuntar con el cañón de una Smith&Wesson al peluquero. Aunque todo tiene una explicación. Me encanta escuchar esa voz metálica diciendo: el teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura.
Ahora, tras un mes en la Higgs&Straub, estoy curada.
O no.
Al llegar a casa, me he abrazado a mi pequeña que me esperaba en el portal. Cuánto te he añorado, chiquitina. “Yo también, Señora Lola”, me ha respondido. Entonces me he dado cuenta de que es la niña del primero. Y ya no sé si tengo hijos. Así que, para salir de dudas, le he preguntado si las lentejas se hacen con o sin chorizo. 
Ella se ha echado a llorar.
Yo también. 





lunes, 2 de marzo de 2015

Hoy quiero confesar...........

Con este título tan de Pantoja, me lanzo a mi participación trimestral en ENTC. El requisito incluir alguno de estos versos de Santa Teresa.

¡Ay, qué larga es esta vida!
 ¡Qué duros estos destierros,
 esta cárcel, estos hierros
 en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

Y comparto  foto de parte de la gente ENTC en la presentación del libro de 2014 que tuvo lugar este fin de semana en Santander. Por enésima vez, gracias Sendero del Agua y gracias, Molino de Bonaco por hacer posible todo esto


Y ahí va mi participación.

Confesiones (o no)

Cosas que te dije: que deberías venir a por tus libros. Que me apunté a Pilates en el gimnasio de Ana. Que este año el recibo del IBI deberíamos pagarlo a medias. Que he dejado de fumar. Y las pastillas para dormir. Que, por fin, como querías, todas las bombillas de la casa son de bajo consumo. Que tu hermana me ha contado lo de Julia.
Cosas que no te dije: que rompí algunos libros. Pero los repuse. Que me acosté con mi monitor de Pilates. Solo una vez. Y que, aunque no estuvo mal, no he vuelto por allí. Que me da igual lo del IBI. Que he firmado los papeles. Que aún fumo y que, como ves, no he podido quitarme esa absurda manía de mentirte. Que sin las pastillas las noches son largas. Y oscuras. Porque no hago nada.  Solo esperar la salida del sol para iluminar esta casa vacía (sabes que no soporto la luz fría de esas bombillas, tan económicas, tan antialérgicas, tan de quirófano). Que ya sabía lo de Julia, porque tu madre también me llama. Aunque yo solo quiero que me llames tú. 
Para decirte mil cosas. 
Para callarme otras mil.



lunes, 2 de febrero de 2015

De Celeste, su rastrillo y soledades diversas

Hola  a todos. Sigo emocionada por haber sido seleccionada esta tarde en Relatos en Cadena entre más de mil relatos. Además he caído  ante un grandísimo relato de Jose Manuel Dorrego con Quijotada incluida, votándole con honor, marcándome un Betty Missiego en toda regla.
Los que me seguís en este blog os habréis encontrado con la sorpresa de la publicación del que será mi primer libro. Harían falta mil entradas para describiros lo emocionante que está siendo, pero queda por delante una ardua tarea, así que hasta que no esté calentito ( que diría Rosario), no os torturaré con este proceso. En fin, id guardando algo en la hucha para ese "A Celeste la compré en un rastrillo". Anda sí, os lo prometo, otro día os cuento más detalles.
Hoy simplemente os dejo mi Soledad y ese preciosa lectura que han hecho en la Ser que me ha puesto los pelos de punta (y eso que yo me sabía el final), jajaja
Ahí va el audio. Minuto 16
http://cadenaser.com/programa/2015/02/02/la_ventana/1422892001_406197.html
Y aquí el texto:

Soledad.
—No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde. A mí me basta esto,sabes. Charlar un poco. Verte de vez en cuando. Te veo tan poco, María. Casi ni vienes a casa. Pero qué guapa estás hija…
Yo no sé muy bien que decirle.Cuando hago amago de levantarme, me sujeta por el brazo.
—Hasta Aluche, por favor —, me suplica, —hasta Aluche. Y yo vuelvo a sentarme. Aunque me llamo Laura. Aunque hoy es jueves. Aunque tengo que bajarme en Carabanchel.

martes, 20 de enero de 2015

Segunda ronda de la Copa ENTC

La cosa se complica. Me piden un relato que cumpla las siguientes condiciones.

TÍTULO: Debe incluir un NÚMERO. 
APARECERÁ EN EL TEXTO: una cena.
PRESENCIA SENSITIVA EN EL RELATO DE: el tacto
PERSONAJES: dos mujeres

Y esto es lo que ha salido. Espero que os guste:

Instrucciones para dar una caricia. Manual de Recursos Humanos. Página veintidós.

Localice al sujeto destinatario de la caricia. (Ejemplo: la secretaria de dirección).
Llámela a su despacho con una excusa creíble. (Ejemplo: la cena de Navidad de la empresa).
Comience por elogiar algo de su aspecto. (Ejemplo: “te veo más delgada”).
Si ambas son mujeres, haga un comentario cómplice: (Ejemplo: “yo también tengo esa chaqueta”).
Déjela hablar libremente. (Sin ejemplo).
Saque del cajón la carta de despido. Entréguesela.
Llegados a este punto estire sus manos y sujete las de ella. No ejerza demasiada presión.  (Ejemplo: como sosteniendo una mascota).
Deslice su mano suavemente sobre el dorso de la de ella. 
Sonría.

viernes, 16 de enero de 2015

Comienza la Copa Entc

Comenzamos el año con esta curiosa iniciativa de Esta Noche te Cuento en la que me toca batirme en duelo con compañeros escritores.
En la primera ronda mis "adversarios" son Elysa Brioa y Juan Antonio Vázquez.
Las reglas: un relato de 100 palabras máximo, un color en el título, emplear las palabras sábado y junio en el texto y al menos 10 personajes. Ahí va mi micro: La mujer azul.


La mujer azul
A Celeste la encontré un sábado de junio en la puerta del Carrefour. El nombre se lo puse por su mirada garza y su pelo índigo. Sus brazos eran una maraña de enredaderas. Se desvestía veloz pero era lánguida y perezosa a la hora de amar. Iba y venía. En su pecho izquierdo lucía ocho muescas azules. “¿Novios?”, le pregunté. “Hijos”, me contestó. Creo que no me perdonó la indiscreción, porque no ha regresado. Aquí sigo, a las puertas del hipermercado, sumido en esta soledad añil, en esta oscuridad teñida de cobalto. Esperando. Otro sábado. Otro junio. Otra mujer azul.