Palabras obligatorias:
sargento, bogavante, azafato, audiencia, pasajero
Rías
Baixas,
Cójase
una esposa despechada. Añádase un bogavante, a ser posible, de la ría. Un
marido liado con una azafata. Raticida. Agítese y sírvase.
El
resultado ya se lo imaginan. El marido en la UCI. La azafata desaparecida. Y la
esposa rogándome que defienda lo indefendible. Sobre todo después de su
confesión ante el sargento.
Yo, que
cuando empecé la carrera, me veía como juez estrella en la Audiencia Nacional, no
puedo aceptar un caso que acabará con mi impecable reputación como penalista.
Siempre rechazo los casos imposibles.
- - IM-PO-SI-BLE- le repito.
- - Lo harás. En primer lugar porque sabes que la culpa es de ese
malnacido. ¡Treinta años de matrimonio tirados a la basura por un idilio
pasajero! En segundo lugar porque soy tu madre. Y en tercer y último lugar….
Dirigió
su mirada a mi plato.
Escupí
los restos de empanada de zamburiñas.
De la
ría.
Apuesto
que sí.